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Derechos de Autor

Copystrikes y sobre cómo YouTube trata concretamente la Propiedad Intelectual

YouTube considera la existencia de tres componentes principales del sistema que gestiona la regulación y control de los contenidos.

Si hace veinte años nos hubieran dicho que existiría un sitio web cuyo contenido multimedia iba a ser alimentado por sus propios usuarios y que dicha página iba a tener tal presencia mundial que iba a ser seguida por millones y millones de personas, nos hubiera sido muy difícil entender la magnitud de este escenario. Sin embargo, desde la activación del dominio de YouTube en Febrero del año 2005, la presencia de este espacio virtual ha tenido un crecimiento que ha cambiado las reglas del juego, no solo en el mundo de la tecnología, sino también en el entretenimiento, la cultura, la política, la economía y el Derecho.

Es claro que ningún gran proyecto en crecimiento continuo es ajeno ni a las disposiciones legales ni a las controversias, en especial cuando involucra creadores de contenido original, cuyo material es la esencia de este sitio. Por ello, y desde su nacimiento, YouTube ha procurado proteger a sus usuarios (o como se les conoce popularmente YouTubers) con herramientas propias de la rama jurídica que protege las creaciones: la Propiedad Intelectual.

La regulación y la aplicación de estos medios de protección ha evolucionado con el paso de los años, con políticas internas que buscan respetar de la mejor manera la regulación internacional de la Propiedad Intelectual, siendo que busca definir los límites de protección de contenido original frente a material existente que, con su creación, genera derechos propios de Copyright, o su equivalente patrimonial en nuestra región, los Derechos de Autor.

Pero ¿qué debe conocer un usuario de YouTube.com de estas medidas?

En primer lugar, se debe tener claro que YouTube considera la existencia de tres componentes principales del sistema que gestiona la regulación y control de los contenidos:

  1. El sistema de manejo de los derechos de Propiedad Intelectual (Rights Management System) que identifica por un lado a los creadores y por el otro, a los administradores que regulan el contenido.

  2. Content ID” (o contenido ID), el sistema automático que es capaz de identificar contenido y verificar si un video utiliza derechos protegidos de terceros, y

  3. La gran base de vídeos de YouTube, que son la representación de la creación públicamente divulgada

Asimismo, YouTube reconoce que en un vídeo existen tres representaciones de los derechos de Propiedad Intelectual identificados por el sistema: El activo (o asset) que es la representación de esos derechos en la creación, la referencia o la identificación del archivo multimedia siendo que el Content ID lo utiliza para diagnóstico de contenido y el vídeo por sí mismo, que es propiedad de su creador.

Estas herramientas han sido importantes guías para controlar la vasta cantidad de contenido existente y entrante que alimenta a YouTube, siendo que si un usuario encuentra problemas con un vídeo de un tercero, puede plantear de manera interna una solicitud para la revisión de un archivo multimedia que es cuestionado, por ejemplo, por contener material protegido por Propiedad Intelectual.

Ante esto, los administradores de YouTube proceden a analizar el vídeo con su sistema y resuelven en consecuencia, siendo que si encuentran una posible violación de derechos comunica un Copyright Strike (o conocido como Copystrike), que funciona como una advertencia al usuario. Si hay tres Copystrikes a un mismo usuario, entonces hay consecuencias graves: El cierre definitivo de la cuenta del usuario, la remoción de todos sus vídeos de la plataforma web y la prohibición al usuario de crear un nuevo canal de YouTube. El usuario denunciado puede enfrentar estas denuncias ya sea por medio de la retractación directa con el afectado o solicitando a los administradores una nueva revisión del contenido como forma de apelación del Strike.

La aplicación de Copystrikes ha sido una respuesta útil y eficaz, no solo para la aplicación de la Propiedad Intelectual sino para regulación de contenido que pueden afectar las normas éticas y morales del sitio; sin embargo esta medida no ha estado exenta de polémica.

Youtubers con canales en apogeo o ya consolidados han encontrado serios problemas, por ejemplo con reclamos falsos por terceros. Tal es el caso de usuarios que han declarado ser sujetos de extorsión por individuos anónimos que los han amenazado con interponer hasta tres denuncias seguidas si no reciben un monto económico en intercambio. Asimismo, otra crítica ha sido la automatización del sistema de YouTube, el cual ha reportado detectar erróneamente contenido que ha sido objeto de un strike. Por ejemplo, el caso del guitarrista Paul Davids, quien recibió un strike por contendido por infringir derechos de otro vídeo de YouTube: su propio vídeo. La situación fue resuelta en su favor, sin embargo casos así se reportan cada día, vulnerando a los YouTubers que dependen de su contenido para crecer. Por último, los usuarios claman que YouTube no aplica los principios del concepto jurídico Fair Use (el cual permite el uso de material de terceros para ser sujeto de análisis, comentarios, críticas, parodias), siendo que la delimitación legal de este concepto representa actualmente un reto de aplicación concreta en Internet.

En conclusión, hay mucho aprendizaje legal en proceso que nos puede brindar YouTube.com en estos momentos, el cual se ha convertido en un laboratorio jurídico de experimentación de la búsqueda de una aplicación justa y balanceada de los derechos y deberes de Propiedad Intelectual de sus usuarios. Es posible asegurar que seremos testigos de importantes cambios y ajustes, que con suerte encontrará en un momento de su evolución el balance adecuado al gran reto legal que representa crear y proteger.

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