Abogados en ascenso: Clara y Nicolás Eguía
Clara y Nicolás Eguía lideran un proceso de transformación que combina la solidez jurídica con innovación tecnológica, visión estratégica, comunicación moderna y una fuerte vocación de servicio.

Desde su rol en el área comercial, Nicolás Eguía ha impulsado la incorporación de tecnología.
Por Claudia Pérez
Con 78 años de trayectoria, el Estudio Eguía es uno de los nombres históricos de la propiedad intelectual en Argentina. Hoy, dos representantes de la cuarta generación de la familia, Clara y Nicolás Eguía, lideran un proceso de transformación que combina la solidez jurídica del estudio con innovación tecnológica, visión estratégica, comunicación moderna y una fuerte vocación de servicio.
«Es una oportunidad única para aprender sobre los hombros de gigantes», comenta Nicolás, abogado con maestría en gestión internacional y actual cursante de una especialización en propiedad intelectual y nuevas tecnologías. Desde muy joven estuvo vinculado al entorno profesional del estudio, lo que le permitió adquirir un entendimiento profundo del derecho de marcas, patentes y derechos de autor. Sin embargo, también supo identificar con claridad los desafíos que impone el escenario actual: global, dinámico y tecnológicamente exigente.
Clara, abogada y notaria de 25 años, también creció rodeada de conversaciones jurídicas. «Siempre supe que quería una carrera amplia, que me diera bases sólidas para luego especializarme», señala. La influencia familiar fue determinante —su madre y su abuela también son abogadas—, pero su enfoque tiene una impronta personal marcada por el dinamismo y la curiosidad: «Me impulsa la posibilidad de mejorar, de explorar áreas poco desarrolladas y de proponer soluciones creativas».
Transformación digital con mirada humana
En el caso de Nicolás, esa inquietud lo llevó a impulsar la incorporación de herramientas tecnológicas como machine learning para la custodia de derechos y sistemas de web scraping que detectan infracciones online. «Estas soluciones fortalecen la vigilancia proactiva y liberan tiempo para tareas de análisis jurídico», explica. Además, el estudio trabaja en plataformas que permiten a los clientes gestionar sus activos intangibles con la facilidad de una app bancaria. «Hoy se espera una experiencia comparable a la de un banco online», afirma.
Por su parte, Clara forma parte del equipo internacional y de comunicación del estudio, donde su función principal es coordinar el IN-OUT: asistir a clientes argentinos que buscan registrar sus marcas en el extranjero. Su trabajo es completamente operativo y exige altos niveles de organización y control. «Mi mayor desafío fue aprender a quedarme quieta», bromea.
Esa dualidad entre estructura y movimiento se refleja en su día a día: además de gestionar marcas, participa en reuniones con clientes y agentes, genera contenido, organiza eventos, y diseña materiales institucionales como brochures y tarjetas para congresos. «Tengo un poco de todo, y eso me encanta», asegura.
Expansión territorial y nuevos horizontes
Ambos hermanos coinciden en que el crecimiento del estudio no se limita al ámbito nacional. Nicolás encabezó recientemente la apertura de una nueva oficina en Tucumán, sumando presencia a las ya existentes en Buenos Aires, Mendoza, Rosario y Río Negro. «La cercanía con el cliente es clave para un servicio realmente personalizado», dice. El objetivo ahora es avanzar hacia Uruguay, Chile y Paraguay mediante alianzas locales.
Mientras tanto, Clara proyecta ofrecer cursos de capacitación interna, impulsar clases de idiomas dentro del equipo y asumir casos innovadores. «Siempre hay margen para hacer más y mejor», señala. Además, adelanta que está considerando realizar un máster para seguir profundizando su especialización.
Compromiso, actitud y perspectiva
Tanto Clara como Nicolás creen en el valor de la divulgación. Él dirige el blog institucional del estudio, donde analiza casos de alto interés público, como el del sitio Fútbol Libre, desde una perspectiva legal. Ella apuesta por la educación continua dentro y fuera del equipo, con una firme convicción sobre el rol de las mujeres jóvenes en el sector jurídico. «En Eguía, el 80% del equipo son mujeres. Trabajamos con compromiso, y con mucha organización. Estoy convencida de que cada vez habrá más socias, más líderes, más dueñas de firmas», afirma.
Guiados por convicciones complementarias, Clara y Nicolás Eguía construyen una nueva etapa para el estudio familiar: una que equilibra tradición e innovación, conocimiento técnico y cercanía, estrategia y sensibilidad. Juntos, impulsan una forma de ejercer la propiedad intelectual adaptada a los desafíos del presente y orientada al futuro.
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