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La indicación geográfica en el fortalecimiento de los agronegocios
La agroindustria brasileña y su enorme potencial como actividad económica tiende a ser increíblemente beneficiada por los registros de indicaciones geográficas. Corresponde a los profesionales de la propiedad intelectual entender el tema para orientar mejor a los clientes del sector.
Por Soraya Imbassahy de Mello, soraya@dnlegal.com.br, David do Nascimento Advogados Associados
La propiedad intelectual es un aliado de los agronegocios, protegiendo, por ejemplo, las invenciones y tecnologías capaces de fortalecer esta ya potente e importante actividad económica. Existe otra competencia de la propiedad intelectual que favorece a los agronegocios: la indicación geográfica.
El registro de una indicación geográfica (IG) se otorga a productos o servicios que son característicos de su lugar de origen, lo que les otorga reputación, valor intrínseco e identidad propia, además de distinguirlos de productos similares disponibles en el mercado.
Debes haber oído hablar del vino de Oporto, ¿verdad? Es una indicación geográfica de los productores de vino en la región de Oporto de Portugal. Asimismo, el Champagne es una indicación geográfica de la bebida que se produce en una determinada región de Francia.
Hay muchos otros ejemplos, como el queso Roquefort (Francia) y el jamón de Parma (Italia).
Indicación geográfica en Brasil
En Brasil, el marco legal para la indicación geográfica es la Ley de Propiedad Industrial (nº 9.279/1996), con dos modalidades: Indicación de Procedencia y Denominación de Origen. La Indicación de Procedencia es el nombre geográfico del país, ciudad, región o localidad de un territorio que ha llegado a ser conocido como centro de extracción, producción o elaboración de un determinado producto o prestación de un servicio. La Denominación de Origen es el nombre geográfico de un país, ciudad, región o localidad de un territorio que designa un producto o servicio cuyas cualidades o características se deben exclusiva o esencialmente al medio geográfico, incluidos los factores naturales y humanos.
El Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) es la institución designada para otorgar el registro legal de IG en el país. Queijo da Canastra (Minas Gerais), café del Oeste de Bahía (Bahia) y carne del Pampa Gaúcho de la Campaña del Sur son algunos ejemplos de indicaciones geográficas brasileñas. Vale la pena señalar que, a fines de diciembre de 2022, Brasil alcanzó los 100 registros de IG. Para conocerlas, vale la pena consultar la database de Sebrae.
Cabe destacar que la protección de la propiedad intelectual con Indicación Geográfica agrega valor al producto, fortaleciendo la cadena productiva con el desarrollo de un patrimonio intangible, que además facilita el acceso a nuevos mercados nacionales y de exportación. Además de las ventajas directas para los productores, la Indicación Geográfica suele aportar beneficios a toda la región, produciendo efectos positivos en sectores como el turismo y la gastronomía.
La agroindustria brasileña y su enorme potencial como actividad económica tiende a ser increíblemente beneficiada por los registros de indicaciones geográficas. Corresponde a los profesionales de la propiedad intelectual entender el tema para orientar mejor a los clientes del sector.
La Dra. Soraya Imbassahy de Mello es abogada y socia del despacho David do Nascimento Advogados Associados. Actúa en propiedad intelectual desde 1985, con responsabilidades en el registro de marcas, derechos de autor, patentes, transferencia de tecnología, nombres de dominio y derecho de la moda.