Bajo el modelo open source, ingenieros de Bolivia, Guatemala y México han desarrollado productos para combatir el COVID-19.
En México un equipo denominado Reesistencia Team de México fabricó un respirador cuyo prototipo costó entre USD 1.500 y 2.000. El equipo estuvo integrado por 25 personas entre ingenieros en mecatrónica, electrónica, mecánica y profesionales que hacen moldeo, todos trabajando bajo el modelo open source: el software de código abierto cuyo código fuente y otros derechos que normalmente son exclusivos para quienes poseen los derechos de autor, son publicados bajo una licencia de código abierto o forman parte del dominio público.
En Guatemala la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (SENACYT) llevó acabo la presentación de los proyectos seleccionados en el marco del “Reto de Innovación Abierta COVID-19″, En total se recibieron 234 proyectos que propusieron aportes en ramas tan diversas como innovación productiva, tecnología, salud, economía y aspectos sociales, con el foco en elaborar propuestas innovadoras para atender algunas de las problemáticas originadas por la crisis sanitaria en Guatemala. Ventiladores, diseños para transfusiones de sangre, servicios de producción de alimentos y sistemas de información fueron algunas de las propuestas.
En Bolivia, en tanto, se fabricaron dos prototipos de máscaras respiratorias para médicos y personal de la salud, que se encuentran en etapa de evaluación ante el Centro Nacional de Enfermedades Tropicales (Cenetrop). El diseño, basado en código abierto, estuvo a cargo de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA) en alianza con la organización Open Source Covid19.
Por último en Perú, con el objetivo de motivar y promover la protección de las invenciones que vienen siendo creadas, propuestas o desarrolladas actualmente por diferentes personas e instituciones para enfrentar y frenar los efectos del coronavirus en el país, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), lanzó el concurso especial “Patentes frente al COVID-19”. Pueden postular inventores independientes, universidades, centros de investigación, empresas y organizaciones en general que cuenten con un producto o proceso nuevo o mejorado en etapa de idea, en desarrollo o terminado, vinculado con el COVID-19.
Es necesario que las entidades públicas actúen dentro del marco de la ley y eviten imponer cargas económicas sin sustento normativo, especialmente cuando se trata de cumplir mandatos judiciales.
A menudo mal entendido, este requisito plantea importantes desafíos para los solicitantes internacionales. Ya sea en la etapa de registro, mantenimiento o ejecución, los estándares legales que rigen el uso de marcas exigen precisión, coherencia y por sobre todo rigor probatorio.
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