Symphony, Oprah Winfrey, American Express, Job&Talent, Skype, Western Digital, SanDisk y LEGO forman nuestro resumen.
Symphony, la empresa de mensajería instantánea destinada a clientes corporativos, continúa mejorando sus sistemas de seguridad y desarrollando su idea gracias a las inversiones de empresas que confían y necesitan de su excelencia. El año pasado Goldman Sachs Group Inc había invertido 66 millones de dólares, mientras que Google ahora apuesta con 100 millones de dólares. Estas inversiones han hecho que Symphony incremente su valor de marca hasta alcanzar los 650 millones de dólares.
Oprah Winfrey apuesta en un nuevo proyecto para continuar inspirando un modelo de vida feliz. Esta vez se vincula con la empresa de control de peso Weight Watchers International, invirtiendo 43 millones de dólares.
American Express Co, el mayor emisor de tarjetas de crédito del mundo, reportó ganancias trimestrales que no cumplieron con las previsiones de los analistas.
Job&Talent está destinada a crecer con la nueva ronda de inversión que alcanzará una cifra de 70 millones de dólares. Entre los inversores se encuentra Niklas Zennstrom, cofundador de Skype, quien se estima que aportará la mitad del total (35 millones de dólares).
Western Digital, líder en discos duros a nivel mundial, confirma la compra de SanDisk por 19 mil millones de dólares. El negocio de las memorias crece rápidamente y no hay lugar para aquel que descanse. Es por esto que la fusión de dos grandes será probablemente el comienzo de un éxito rotundo.
Debido a la creciente demanda, LEGO presentó un nuevo plan de negocios en el que amplía sus fábricas de Dinamarca y Hungría. Asimismo, abrirá una nueva planta en México que dará lugar a 3 mil puestos de trabajo.
Es necesario que las entidades públicas actúen dentro del marco de la ley y eviten imponer cargas económicas sin sustento normativo, especialmente cuando se trata de cumplir mandatos judiciales.
A menudo mal entendido, este requisito plantea importantes desafíos para los solicitantes internacionales. Ya sea en la etapa de registro, mantenimiento o ejecución, los estándares legales que rigen el uso de marcas exigen precisión, coherencia y por sobre todo rigor probatorio.
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