Esmero en el perfil internacional
En 1985, las nuevas regulaciones económicas en Bolivia llevaron a un gran aumento de la demanda por abogados para la práctica general y Moreno Baldivieso decidió responder. Luego, siguió el camino de adelantarse a los cambios.
La firma nació como un despacho en propiedad industrial en 1931, en una época en la que muchas firmas se establecieron en esa área por sus relaciones con el exterior, al recibir trabajos de PI principalmente de Estados Unidos, por la situación de preguerra que se vivía en Europa.
Posteriormente al período de la Segunda Guerra Mundial, hacia los años cincuenta, se dio la consolidación del sector y llegaron nuevos impulsos en décadas venideras.
«En 1985, Bolivia salía de un período muy complicado de hiperinflación. El gobierno del Dr. Víctor Paz Estenssoro impuso un plan de estabilización para controlar la inflación y hubo una gran demanda de abogados para entender las implicaciones jurídicas de todas estas regulaciones económicas. Ahí fue donde dimos el salto como despacho, porque se despertó una gran demanda de abogados para la práctica general», explicó Ramiro Moreno Baldivieso, socio y director de PI de la firma.
Por esos años hubo muchas modificaciones y reformas al marco jurídico con las privatizaciones en los campos minero, petrolero, en el campo internacional, y la demanda explotó. «Pasamos de cuatro abogados que éramos originalmente, a nueve, luego 20, después 30 […]. Empezamos a abrir oficinas en el interior de Bolivia, en Santa Cruz, Tarija, Cochabamba, Sucre», cuenta.
¿Qué se requiere para pasar a más servicios como áreas diferenciadas? Responde Moreno Baldivieso: «Capacidad y preparación de los abogados, ser un despacho de PI con vinculaciones con el exterior, y una coyuntura determinada del país. Los abogados deben ser muy buenos profesionales, estar preparados, inclusive con maestrías y doctorados de universidades acreditadas».
Sobre la formación, cabe acotar que Rodrigo Moreno Baldivieso obtuvo una maestría en leyes de la Universidad de Harvard, y otros abogados de la firma también han estado en universidades americanas y europeas de prestigio.
El abogado observa que, en la medida en que los temas de PI tienen vinculación con firmas del exterior, esto constituye una gran ventana para otras consultas, que se pueden aprovechar.
«Hay clientes que prefieren mantener separado lo que es PI, por una parte, y lo que es práctica general, por otra; nosotros combinamos las dos, desarrollamos una visión integral o mixta», aclaró.
¿Qué fue lo más difícil en todo este proceso? «La confianza que te deposita el cliente. En la apertura económica de Bolivia hubo un poquito de desconfianza de la capacidad o experiencia de los abogados locales. Pero nosotros ganamos experiencia, no solamente en el campo del derecho, sino en el trato internacional, en el conocimiento de la cultura internacional. Sabemos manejarnos».