Abogados en la industria de la moda
Valentino, Fendi, Versace, Prada, Gucci, Bottega Veneta…las marcas crean, se exponen, se protegen y siguen adelante en el burbujeante mundo de las pasarelas.

Crocs tiene registrados como modelo de utilidad sus famosos huecos que permiten que circule el aire del calzado, y los defiende con ahínco. Christian Louboutin logró que la justicia estadounidense reconociera como marca registrada sus famosas suelas rojas al ganarle una apelación a Yves Saint-Laurent. Se habla mucho de Zara versus Shein y la dificultad de frenar las copias en el fast fashion. Más recientemente, Hermes ganó una batalla contra Mason Rothschild por los Metabirkins NFT, en lo que fue la primera vez que un juez se pronunció poniendo límites a estas nuevas tecnologías. Y ya hay otras disputas en el metaverso por la usurpación de derechos de propiedad intelectual de empresas de moda.
Podríamos seguir enumerando casos en los que la propiedad intelectual está muy activa en el —tan creativo como competitivo— mundo de la moda, especialmente en los últimos años, desde que el fashion law (derecho de la moda) ha ido tomado cuerpo como disciplina.
El fashion law se impulsó desde que Susan Scafidi, considerada pionera en la materia, fundó el Instituto de Derecho de la Moda en Estados Unidos, una organización sin fines de lucro en la Facultad de Derecho de la Unidad de Fordham en Nueva York, en 2010.
Esto dio pie a iniciativas similares en otros países, como la creación del Instituto del Derecho de la Moda de España, o la incorporación de la disciplina en el pénsum de universidades de Argentina y otras latitudes de la región.
«En Venezuela, hemos creado seminarios, el primer y segundo curso internacional de esta temática en la Universidad de Monteávila, y allí vamos a abrir el primer diplomado de derecho de la moda. También se han sumado otras, como la Universidad Católica Andrés Bello, que ya tiene una academia de moda y está estudiando abrir un diplomado», contó a Marcasur Beatriz Ayala, senior partner en Ayala & Asociados IP, desde Caracas. Algo similar está ocurriendo en otros países de la región.
Ayala, quien integra el Comité de Fashion Law de ASIPI, se maneja bajo la convicción de que, a través de la capacitación y la difusión, la abogacía acompañará los cambios de la industria de la moda, que cada vez requiere más especialistas en la materia.
ASIPI fundó el Comité de Fashion Law en 2017, con el objetivo de dar respuestas e impulsar la formación de los abogados en esta industria. «En 2018 creamos una primera Guía Iberoamericana del Fashion Law, que incluye datos que sirven de herramienta para los abogados: por ejemplo, si se pueden registrar determinados modelos o las regulaciones específicas de cada país. Ahora la estamos actualizando para lanzarla hacia fin de año», dijo a Marcasur Lorena Mersán, presidenta del Comité de Fashion Law de ASIPI (2021-2023) y socia de Mersán Abogados, desde Paraguay.
«Se necesita más expertise, ya que la moda cambia rápido y no es fácil de proteger», agregó la abogada.
Para fomentar la capacitación, ASIPI organizó un primer Curso de Derecho de la Moda en el pasado mes de abril, online, como una manera de instalar más la disciplina. Tuvo un éxito rotundo y continuará en esa línea.