Editorial
Pese a los avances particulares que cada uno logró conseguir en sus actividades, Latinoamérica nos mostró que muchos países continúan complicados: políticamente, económica pero especialmente estratégicamente.

Por Juan Antonio Pittaluga, director y editor
Con este número no solo damos inicio a 2024, sino que también terminamos de informar lo que sucedió en el ajetreado año 2023.
Fue un año que disfrutamos porque la pandemia finalmente quedó como un recuerdo lejano y pudimos retomar por completo y con mucho ímpetu nuestra vida anterior.
Todos pudimos viajar adonde quisimos sin temores, trabajamos en los proyectos que estaban retrasados y también nos plantemos nuevos objetivos.
Sin embargo, pese a los avances particulares que cada uno logró conseguir en sus actividades, Latinoamérica nos mostró que muchos países continúan complicados: políticamente, económica pero especialmente estratégicamente, con los mismos o nuevos problemas de siempre sin importar el signo de gobierno.
Esto determina que a nivel general el continente no pueda dar un salto cualitativo, entre otros temas en materia de innovación y tecnología.
En el 2024 necesitamos que la región comience a dar pasos reales en ese sentido, lo que ayudará a la industria de la propiedad intelectyal también alcance mayor desarrollo.
Será un año de muchas expectativas y también de mucho trabajo, con una competencia importante a nivel de los despachos. No bajemos los brazos y, a pesar de las políticas públicas, sigamos haciéndolo todo con optimismo y espíritu emprendedor.
Los invitamos a leer este número 92, que justamente trae varios artículos relacionados principalmente con la actividad de los despachos y sus profesionales.