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Edición Nº 92 | Enero-Abril 2024
En Broma & En Serio: el encanto de las charlas de hombres y mujeres
Mi tía se reúne con sus amigas todos los miércoles de tarde y estas reuniones duran unas cuatro y a veces hasta cinco horas. Son las mismas personas todas las semanas y mi tía es feliz en esas reuniones semanales a las que nunca falta salvo citas médicas.
Tenía yo la inquietud por saber de qué hablaban en esas horas para que pasaran tan bien y nunca quisieran faltar. Le pregunté a mi tía si el secreto era que jugaban a las cartas o si la magia era el gin tonic que siempre bebían como aperitivo. “No, ¡qué cosa más aburrida son los juegos de cartas! En esa reuniones conversamos para ponernos al tanto de lo que sucede con nosotras, con nuestras familias, con otras amigas y también de temas generales. Al terminar la reunión nos vamos siempre muy informadas”.
De qué temas generales en concreto, quise saber. ¿Política? ¿Literatura? ¿Filosofía? ¿Historia? ¿Ciencia?
“No, todas somos profesionales, ya hemos hecho nuestras carreras y somos verdaderas especialistas en muchos de esos temas. Pero suficiente tiempo les hemos dedicado como para seguir hablando de ellos...y menos aún para tener ganas de dar clase al respecto entre amigas. Hablamos de las cosas que nos interesan”.
¿Cuáles?
“Siempre hay alguna persona conocida que está en algún lío familiar y eso es un tema delicado al cual le dedicamos su tiempo. O a veces alguna de nosotras cuenta de algún problema personal que tiene y nos pide que la aconsejemos. Hablamos de nuestras vidas y de las vidas de nuestros familiares: las parejas de nuestros hijos, de nuestros sobrinos, sus viajes, de cómo les va en el liceo, en la universidad, en el trabajo. Con ello se va buena parte de la tarde”.
¿Y el resto de la tarde?
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