Cambios en la Clasificación de Niza 2026: implicancias para la protección de marcas
Uno de los principales cambios se encuentra en la Clase 9, tradicionalmente amplia y relacionada con productos tecnológicos. A partir de la nueva edición, esta clase pierde productos ópticos, vehículos de rescate y luces de buceo.

Los cambios obligan a empresas, abogados y agentes de propiedad intelectual a revisar cuidadosamente sus estrategias de registro.
Por Dra. Medalith Albarracín, BARLAW – Barrera & Asociados
La Clasificación Internacional de Niza es el sistema de referencia mundial para organizar productos y servicios en distintas clases al momento de registrar marcas. Revisada anualmente por la OMPI, esta herramienta busca adaptarse a las transformaciones del mercado y de la tecnología. La 13ª edición, que entrará en vigor el 1 de enero de 2026, introduce modificaciones relevantes que los titulares de marcas deben tener en cuenta al diseñar su estrategia de protección.
Uno de los principales cambios se encuentra en la Clase 9, tradicionalmente amplia y relacionada con productos tecnológicos. A partir de la nueva edición, esta clase pierde productos ópticos, vehículos de rescate y luces de buceo, que ahora serán trasladados a otras clases. En consecuencia, la Clase 10 pasa a incluir productos ópticos como gafas, lentes de contacto y sus estuches, mientras que la Clase 12 incorpora vehículos de emergencia, botes de rescate y surf skis.
Otro ajuste significativo ocurre en relación con la ropa calefaccionada. Estos productos dejan de estar comprendidos en la Clase 11 (donde se ubican aparatos y dispositivos eléctricos) y pasan a registrarse en la Clase 25, junto con las prendas de vestir en general. Esta modificación busca reflejar con mayor precisión la naturaleza de dichos productos y facilitar la coherencia en la clasificación.
La edición 2026 también aclara un punto clave: los productos con tecnología integrada ya no se clasifican automáticamente en la Clase 9. Su clasificación dependerá de la función principal del producto. Así, por ejemplo, una refrigeradora inteligente corresponderá a la Clase 11, una maleta inteligente a la Clase 18 y un juguete inteligente a la Clase 28. Este cambio responde a la evolución del mercado hacia dispositivos multifuncionales y a la necesidad de evitar confusiones en el registro marcario.
En suma, los cambios de la Clasificación de Niza 2026 obligan a empresas, abogados y agentes de propiedad intelectual a revisar cuidadosamente sus estrategias de registro. Anticiparse a estas modificaciones puede marcar la diferencia entre una protección efectiva y un trámite vulnerable a observaciones. El desafío, como siempre, será alinear la innovación tecnológica con una adecuada protección marcaria a nivel global.