Marcas
Chile formaliza adhesión a Tratados de Clasificación
Chile reafirmó su compromiso con el sistema multilateral de propiedad industrial al formalizar el depósito de los instrumentos de adhesión a cuatro tratados internacionales de clasificación administrados por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI): los Arreglos de Viena, Niza, Locarno y Estrasburgo.
El paso posiciona a Chile como un actor activo en la gobernanza internacional de la propiedad intelectual.
Este paso no solo fortalece la armonización normativa, sino que posiciona al país como un actor activo en la gobernanza internacional de la propiedad intelectual, con participación plena en las decisiones técnicas y normativas vinculadas a estos instrumentos.
La reunión bilateral desarrollada en Ginebra, Suiza, fue encabezada por el director general de la OMPI, Daren Tang, y por parte de Chile, por la embajadora de Chile ante la OMPI, Sofía Boza, y el director nacional del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi), Esteban Figueroa.
Durante el encuentro, se destacó el excelente nivel de cooperación evidenciado entre ambas instituciones en diversas iniciativas que han fortalecido el sistema chileno de PI, tales como el permanente desarrollo del sistema IPAS, programas de formación como el Summer School, la Academia Inapi, Wipogreen y proyectos con enfoque regional y sectorial, como el apoyo a juventudes y a la industria creativa y textil.
Los Arreglos de Viena, Niza, Locarno y Estrasburgo son tratados internacionales administrados por la OMPI que establecen sistemas de clasificación normalizados en distintas áreas de la propiedad industrial. El Arreglo de Niza, adoptado en 1957, organiza productos y servicios en 45 clases y se utiliza para el registro y búsqueda de marcas. El Arreglo de Viena, de 1973, clasifica los elementos figurativos de las marcas (como logotipos y símbolos) para facilitar su análisis comparativo. Ambos son esenciales para la correcta identificación y comparación de signos distintivos a nivel internacional.
Por su parte, el Arreglo de Locarno, adoptado en 1968, crea una clasificación internacional para diseños industriales según su función o tipo, lo que permite ordenar y buscar modelos similares en distintas jurisdicciones. El Arreglo de Estrasburgo, de 1971, establece la Clasificación Internacional de Patentes (CIP), un sistema que agrupa invenciones técnicas en campos del conocimiento como química, mecánica o electrónica, y es fundamental para la búsqueda de antecedentes y el examen de solicitudes de patentes. En conjunto, estos tratados permiten una mayor armonización, eficiencia y cooperación entre oficinas nacionales y regionales de propiedad industrial.