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Obra de arte, Burger King

Simple y efectivo, al verlo genera enseguida una sensación de necesidad y calidad. Un logo sin significados escondidos que va directo al cliente.

Burger King fue fundada en 1953 en Jacksonville, Florida. Su primer logo duró hasta 1957 y era simplemente el nombre "Burger King" en negro sobre fondo blanco. Es a partir del segundo que se comienza a gestar la base de la imagen actual de una de las cadenas rápidas más importantes del mundo.

Allí se incluyen por primera vez dos elementos típicos del hoy ya famoso logo de Burger King: las tonalidades anaranjadas y amarillas, y una hamburguesa. El nombre "Burger King" estaba en rojo sobre un fondo amarillo, simulando un típico cartel de restaurante de la época. Arriba había un hombre con un largo vaso en su mano y una corona de rey en su cabeza, sentado sobre una hamburguesa.

Duró hasta 1967 cuando se introduce el conocido “bun halves” ("mitades de pan" en español) que comprende casi la totalidad del diseño actual de la imagen de Burger King: el nombre de la empresa, en rojo, metido entre dos mitades de pan. En 1994 se le realizaron ligeros cambios: el color del pan obtuvo un tono anaranjado más brillante en lugar del anterior opaco amarillo, los bordes se redondearon y se estilizó la tipografía. En definitiva se le otorgó más detalle.

Se mantuvo hasta 1999, cuando se presentó el logo que representa a Burger King hasta el día de hoy. Se le agregó una franja azul y un rojo y amarillo más más llamativos, alegres y enérgicos para atraer al consumidor e insertarse en el nuevo milenio. También se modificó la letra por una más redondeada, dinámica y moderna, creando un todo que genera tentación y vibración.

En el fondo, de todas formas, abraza el espíritu inicial de 1953 y la sencilla idea con la cual nació el logo de 1967: una hamburguesa que refleje a la vez el negocio de la compañía y la tentación de los consumidores por el producto, sin importar su edad, raza, sexo o religión.