Con este reconocimiento, el carriel se incorpora al grupo de productos colombianos amparados por DO, una figura que busca proteger la autenticidad y el vínculo cultural de bienes creados a partir de conocimientos transmitidos de generación en generación.
El carriel no era solo un bolso práctico: simboliza la vida cotidiana del campesino y su cultura.
La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) de Colombia declaró la protección de la denominación de origen (DO) para el Carriel Antioqueño, un símbolo histórico de la identidad paisa y una de las piezas más representativas de la tradición artesanal colombiana.
La decisión, emitida en la Resolución 72998 de 2025, garantiza que solo los fabricantes ubicados en las zonas tradicionales del departamento de Antioquia y que conserven los métodos y materiales propios de esta artesanía podrán utilizar oficialmente el nombre “carriel antioqueño”.
Con este reconocimiento, el carriel se incorpora al grupo de productos colombianos amparados por DO, una figura que busca proteger la autenticidad y el vínculo cultural de bienes creados a partir de conocimientos transmitidos de generación en generación.
El carriel es un bolso tradicional de cuero asociado históricamente a los arrieros, los comerciantes que recorrían caminos de montaña transportando mercancías con mulas. Es pequeño, rectangular, tiene una tapa curvada y varios compartimentos internos (a veces más de diez). Tradicionalmente se elaboraba con cuero de res, cabra o cerdo, y se usaba cruzado en el pecho.
La SIC remarcó que el carriel no es únicamente un accesorio utilitario, sino un objeto cargado de memoria histórica, asociado a la tradición arriera, al trabajo del cuero y a una identidad regional profundamente arraigada.
La declaratoria también reconoce a la Asociación de Fabricantes del Tradicional Carriel Antioqueño como la entidad encargada de autorizar el uso de la denominación, lo que permitirá ordenar el mercado, evitar imitaciones industriales y fortalecer la economía artesanal del suroeste antioqueño. Municipios como Jericó —considerado la cuna del carriel—, Envigado, El Retiro, Támesis y Fredonia fueron incluidos como territorios de referencia para la elaboración auténtica.
El gobierno colombiano destacó que esta protección aporta a la salvaguarda de oficios que han perdurado por décadas, a la valorización del patrimonio cultural inmaterial y a la creación de nuevas oportunidades para artesanos, talleres familiares y emprendimientos locales. Además, se espera que la DO impulse el turismo cultural y ayude a posicionar el carriel como un producto artesanal de alto valor en mercados internacionales.
Según la SIC, el carriel antioqueño representa “un símbolo tangible de identidad colombiana”, y su protección oficial reafirma el compromiso del Estado con la preservación de saberes y tradiciones que forman parte del relato histórico del país.
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Es una pregunta que parece básica, pero que genera más confusión de lo que uno imagina. De hecho, es habitual que lleguen personas que han invertido tiempo y dinero en un producto o en una creación, creyendo que con “registrar la marca” están protegidos frente a todo.
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