El servicio de alojamiento de archivos recibió un fallo favorable en una lucha por la marca Dropbox ante uno de sus competidores.
En 2009, tres años después de su fundación, Dropbox solicitó el registro de la marca ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO), obteniendo la marca en 2014 para denominar productos y servicios de software no descargable en línea.
En 2004 Thru, una compañía que ofrece servicios de alojamiento de archivos en la nube para empresas, añadió a uno de sus productos una herramienta llamada DropBox. Cuando en 2009 la USPTO otorgó el registro de la marca Dropbox a Dropbox, Thru solicitó a la Oficina que dicha marca fuera cancelada.
La USPTO decidió recientemente no hacer lugar al reclamo de Thru, argumentando que la empresa "no tiene derechos marcarios sobre Dropbox porque nunca la utilizó como marca registrada": Thru recién solicitó el registro de la marca Dropbox ante la USPTO en 2011.
Es necesario que las entidades públicas actúen dentro del marco de la ley y eviten imponer cargas económicas sin sustento normativo, especialmente cuando se trata de cumplir mandatos judiciales.
A menudo mal entendido, este requisito plantea importantes desafíos para los solicitantes internacionales. Ya sea en la etapa de registro, mantenimiento o ejecución, los estándares legales que rigen el uso de marcas exigen precisión, coherencia y por sobre todo rigor probatorio.
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