Marcas

Obra de arte, Knorr

La firma de una persona transformada en el emblema de la sopa.

Knorr fue fundada en Alemania en 1838 por Carl Heinrich Theodor Knorr. Su logo tiene una inspiración muy directa: la firma del propio Knorr, quien no solo puso nombre a la empresa sino también imagen.

Itálica, estirada, detallada, alargada, esbelta, delicada y fina, la firma de Knorr se colocaba en negro en los primeros paquetes de alimentos que comenzó a fabricar y vender.

Así se mantuvo unos años hasta que cambió su color al rojo y aumentó su grosor. La intención procuraba dotar a la marca de la vida, creatividad y pasión que la compañía inculcaba en sus alimentos. Ese segundo logo permaneció hasta 1991.

Ya expandida a nivel internacional, símbolo mundial de la fabricación de sopas, caldos concentrados y cremas, selecta por las amas de casa y cocineras, y con un indudable caracter familiar, se diseñó un tercero logo que colocó la palabra Knorr en un ángulo movido, un rojo más suave y una tipografía más ligera. Además agregó bordes movidos en color vede y amarillo, y un fondo blanco.

La imagen total contribuyó a reforzar a Knorr como una marca plenamente hogareña y basada en las verduras y la buena alimentación.

En 2004 se realizó un ligero cambio, en consonancia con la adquisición de Knorr por Unilever, y se alcanzó un cuarto logo que agrega al anterior una columna verde detrás, elemento visual que evoca mayor consolidación y seriedad empresarial.