Peyton Manning, Ricardo Teixeira, Keirrison, la deuda del fútbol español, los precios de Londres 2012 y Diego Maradona forman nuestro grupo de novedades deportivas.
Peyton Manning, uno de los mejores quarterbacks de la historia, fue cesado por los Indianápolis Colts, equipo en el que jugó toda su carrera y llevó a un período de gloria. Más allá de sus lesiones en el cuello y su edad, la razón para la decisión fue su contrato.
Ricardo Teixeira, poderoso presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), abandonó temporalmente su cargo citando problemas de salud, aunque especulan que tiene que ver su implicación en casos de corrupción. De todos modos, mantuvo su lugar en la FIFA.
Los clubes profesionales del fútbol español adeudan 752 millones de euros a la Agencia Tributaria. Mientras desde el gobierno aunciaron que pronto se conocerá la fórmula para pagar lo adeudado, desde Alemania criticaron duramente el hecho.
330 dólares será el costo promedio de una habitación de hotel en Lodnres durante los Juegos Olímpicos. La cifra supone un aumento del 102% respecto a agosto del año pasado. Por otra parte, el Comité Olímpico Internacional (COI), justificó los gastos en seguridad.
El Fútbol Club Barcelona es una institución deportiva modelo...pero también comete sus errores. Dio la carta de libertad de acción al futbolista brasileño Keirrison, tras comprarlo por 20 millones de euros en 2009 y sin que jamás jugara un partido para el equipo.
Diego Armando Maradona quiere hacer las paces con el Fisco italiano para volver a Nápoles. El Fisco le reclama alrededor de 40 millones de eurospor lafalta de pago del impuesto de las personas físicas IRPF. Esa cantidad aumenta diariamente en intereses 3.000 euros.
Es necesario que las entidades públicas actúen dentro del marco de la ley y eviten imponer cargas económicas sin sustento normativo, especialmente cuando se trata de cumplir mandatos judiciales.
A menudo mal entendido, este requisito plantea importantes desafíos para los solicitantes internacionales. Ya sea en la etapa de registro, mantenimiento o ejecución, los estándares legales que rigen el uso de marcas exigen precisión, coherencia y por sobre todo rigor probatorio.
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