El Super Bowl Nº47, Phil Mickelson, Fórmula 1, Sporting de Lisboa, Qatar 2022 y Europol forman las noticias de Deporte&Negocios de la semana.
Anunciarsetreinta segundos durante elSuper Bowlcostó 4 millones de dólares. Beyonce no cobró por su participación en el show de medio tiempo. La final de la NFL tuvola tercer mayor audiencia de su historia. Y un inesperado apagón se llevó todas las repercusiones.
El golfista Phil Mickelson, que vive en California, dio a entender que puede que el tipo impositivo marginal cercano al 60% que recae sobre los millonarios del lugar sea suficiente para hacer que huya hacia un estado con una presión fiscal inferior.
El presidente ruso, Vladímir Putin, prometió que el nuevo circuito de Sochi estará terminado para octubre de 2014. Rusia ha invertido unos 200 millones de dólares en la construcción de un circuito para acoger su primer carrera de la Fórmula 1 en 2015.
El presidente del Sporting de Lisboa reconoció que el club necesita entre 20 y 30 millones de euros para cumplir sus obligaciones hasta el final de la temporada. Una auditoría declaró la "quiebra técnica" del club, después de acumular un pasivo de unos 138 millones de euros.
El semanario francés France Football informó deun supuesto caso de compra de votos en la elección por parte de Qatar como sede del Mundial 2022. Entre los implicadosestánel presidente de la UEFA Michel Platini e incluso el ex presidente francés Nicolas Sarkozy.
Una red de corrupción en el fútbol profesional, la cual implica más de 15 países de todo el mundo, fue denunciada por la Europol, la organización de la policía europea. Según su director, Rob Wainwright, se trata de "una red criminal controlada desde Asia".
Es necesario que las entidades públicas actúen dentro del marco de la ley y eviten imponer cargas económicas sin sustento normativo, especialmente cuando se trata de cumplir mandatos judiciales.
A menudo mal entendido, este requisito plantea importantes desafíos para los solicitantes internacionales. Ya sea en la etapa de registro, mantenimiento o ejecución, los estándares legales que rigen el uso de marcas exigen precisión, coherencia y por sobre todo rigor probatorio.
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